Gu sortu ginen enbor beretik, sortuko dira besteak...

Mi historieta última ( está mediohecha solo, espero que os guste ).

CAPITULO 1 : DEJAR DE LLORAR
Era niño y mi madre lloraba. Cuando yo me levantaba a las mañanas, ella me traía zumo de naranja. En época de invierno en la cocina siempre había una caja enorme de madera de naranjas debajo de la mesa. A veces también había pomelos y limones. No sé de donde llegaba la caja. Jamás ví llegar al repartidor.O quizá no me dí cuenta de cuando venía. Hay cosas de las que de niño no te das cuenta. Cuando mi madre cocinaba, yo me sentaba en aquella caja y la observaba. Adoro como mi madre se movía. Amo el olor de aquella cocina. Cada comida tenía un aroma diferente, una textura, un ambiente. Cada plato me evocaba un sentimiento. Creo que por ello hoy soy cocinero, o intento serlo. No lo sé, la verdad. No sé ni quien soy, ni qué soy, ni que quiero llegar a ser. Sólo sé que la extraño profundamente y que con solo cerrar los ojos, la veo mirandome a los ojos. Y no mueve ni un músculo de la cara. Yo espero un gesto suyo. Algo que me haga ver o sentir hacia donde tengo que ir. Estoy en esa edad de mierda donde todo el mundo espera algo de mí. Esperan que busque un lugar confortable en el mundo, que me corte el pelo, que venda la guitarra, que deje de viajar sin rumbo, que me enamore profundamente, que me siente los domingos a ver las carreras, que me compre una camisa de seda o un traje carísimo, que tenga una hipoteca a treinta años y un megatelevisor de plasma. Y no, nada de esto es lo que yo quiero. No quiero ser gris. Quiero seguir despeinandome, probar el ¨singstar¨ en el Fnac, jugar con la comida, sentirla y no tomarme demasiado en serio mi trabajo, ni mi vida. Tampoco quiero acabar llorando, ni hacer llorar a nadie. Ni llegar un día a casa con la sensación de que mi vida no me gusta.
Quiero disfrutar con las cosas sencillas : comerme un helado pitufo en la playa, mancharme de barro, ir al mercado, oler los tomates, aspirar profundamente, llenarme de su olor.
Quiero cerrar los ojos y acordarme de ella sin que me duela. No buscarla entre las sábanas, y no sentirme un gilipollas de treinta años con complejo de Edipo.


Mañana capítulo 2.
Muaxxxxx.. muxuakkkkkk.....